Declaración.
C. A. de Buenos Aires, 19 de enero de 2009.
Sobre los Periódicos, Radios y Medios Vecinales de Comunicación.
UNA PRENSA DE TODOS PARA LA CIUDAD DE TODOS.
Nosotros, quienes dirigimos el Instituto para Pensar Buenos Aires –IpeBA- pensamos, organizamos y hemos puesto al servicio comunitario una institución fundada en una serie de principios básicos de acción, que consideramos insoslayables, y sobre los cuales vamos a comenzar a pronunciarnos para que no quede duda alguna acerca de nuestra concepción ideológica y de nuestra posición frente a ciertas problemáticas que padece nuestra Ciudad y afligen a sus ciudadanos, residentes y transeúntes.
Por la urgencia y la transcendencia del tema y por las consecuencias que cualquier acción incorrecta pueda ocasionar sobre ellos en el corto o mediano plazo, hemos querido que nuestra primera manifestación institucional sea una referida a nuestros Medios Vecinales de Comunicación.
Y hemos elegido, precisamente, esta cuestión porque cuanto entendemos que todas las organizaciones comunitarias, todos los dirigentes porteños y todos los referentes comunitarios de esta Ciudad tenemos una deuda de gratitud con sus medios vecinales de comunicación, y que a esa deuda, ha llegado el momento de pagarla.
Quienes concebimos, formamos y motorizamos el IpeBA tenemos muy en claro qué tipo de Prensa queremos, cuál debe ser su rol en la Política y en la vida comunitaria, cuáles deben ser las prioridades mediáticas de la Política y cuál es la Prensa que siempre estará con nosotros, los dirigentes institucionales de a pie, los de tracción a sangre, los que no tenemos más padrinos que nuestras propias convicciones, ni otro benefactor que nuestro propio esfuerzo y nuestros propios recursos creativos.
A nosotros no nos cabe duda de que nuestro primer y principal esfuerzo como dirigentes institucionales porteños no es peregrinar por las redacciones de los grandes medios corporativos, ni puede ser tampoco dedicar horas y horas a lograr que una sección de un diario nacional o una revista de gran tirada nos publique una gacetilla de lástima o de favor.
No nos cabe duda: nuestro lugar está del lado y al lado de nuestros periódicos, radios y Medios Vecinales de Comunicación.
La Prensa vecinal forma parte del patrimonio institucional porteño, y como tal, debe ser protegida por todos nosotros, de la misma manera que debemos proteger el patrimonio artístico, el patrimonio arquitectónico y el patrimonio viviente de la Ciudad de Buenos Aires.
Nosotros debemos tener una primera obligación y una sola preocupación mediática primaria, y es la de proveer de material, sostener, cuidar y preservar nuestros Medios Vecinales, esos medios periodísticos de 1er. Grado que nos acompañan, nos difunden y nos permiten crecer a nosotros desde el mostrador de los comercios del barrio, desde el boca a boca de los lectores militantes y desde la pasión insobornable de los comunicadores vocacionales del vecinalismo.
Repetimos: no nos cabe ninguna duda. Nuestro lugar es la lado y del lado de ellos. Porque estamos convencidos de la necesaria contribución transformadora de la Prensa vecinal.
Las campañas políticas y las campañas de difusión institucional serían mucho más baratas si los dirigentes políticos e institucionales optásemos primero por difundir nuestras ideas, logros y proyectos en nuestros Medios de Comunicación Vecinales, en nuestras radios y en nuestros periódicos de la Buenos Aires cotidiana, de la Buenos Aires real y concreta, de la Buenos Aires subcutánea. Esa Buenos Aires que no se arregla ni afeita con asfaltadoras y jardineros, sino con mensajes urgentes, directos y puntuales.
Todas las campañas serán más baratas y más efectivas, primero, si pusiésemos en ellas más mística y más militancia; pero además, si contásemos en ellas con la ayuda y la colaboración de los comunicadores y los formadores de opinión comunitaria.
¡Cuántos favores menos debería la Política a los grandes multimedios!. ¡Cuánto miedo menos les tendría a las cadenas nacionales e internacionales de noticias!. Pero sobre todo, ¡cuánta menos presión debería soportar!.
Cuando la Política llega a la gente, está del lado de la gente y la gente lo percibe, es la misma gente la que se pone del lado de la Política y de los dirigentes políticos e institucionales. Cuando la Política llega directamente a la gente, habla el idioma de la misma gente y demuestra conocer los problemas de la gente que dice representar, no hay cadena nacional ni multimedios que pueda derribar a un gobierno o pueda dañar a una organización comunitaria.
La Política debe entender, las instituciones deben entender y los dirigentes comunitarios debemos entender que la mejor difusión, la más directa, la más insospechada y la más duradera, sigue siendo la que se hace en los barrios, en el boca a boca de nuestros clubes, centros culturales, cafés y centros de jubilados, la que hacen los padres en la puerta de los colegios de sus hijos cuando comentan las noticias del barrio o las repercusiones de todo lo que impacta en sus vidas y lugares cotidianos.
Tenemos que entender, de una vez por todas, que mucha gente ya no compra los diarios tradicionales por su costo. Pero, sin embargo, esa misma gente sigue leyendo el periódico o la revista gratuita de reparto zonal.
Las instituciones comunitarias, los dirigentes barriales de a pie, todos los que no cuentan con grandes aparatos ni grandes presupuestos para pagar grandes campañas mediáticas, tienen que tener en cuenta que quizás nunca van a poder aparecer en los grandes medios nacionales. Por eso, esas instituciones y esos dirigentes no tienen ninguna otra opción y no tienen que tener ninguna duda: deben ponerse del lado y al lado de nuestros periódicos, radios y Medios de Comunicación Vecinal.
De la otra parte, quienes tienen el presupuesto para acceder a los grandes medios nacionales, tendrían que destinar parte de su presupuesto de prensa a los medios vecinales, no sólo para sostenerlos, apoyarlos y permitir su crecimiento, sino además, como parte de sus campañas de responsabilidad social empresaria, ya que los medios vecinales cumplen con una necesaria e insustituible función social, tanto como cualquier otra organización o entidad comunitaria.
Buenos Aires, además de pacificarse, de resurgir, de progresar y de alcanzar el estado de seguridad al que todos aspiramos, debe reconstruir su tejido social.
Para conseguir todos esos objetivos, pero sobre todo, para lograr la reconstrucción del dañado tejido social porteño, la contribución de los Medios Vecinales de Comunicación es imprescindible.
En estos momentos, muchos periódicos, radios y Medios Vecinales de Comunicación tienen en serio riesgo su supervivencia, en virtud de una interpretación arbitraria y restrictiva de la Ordenanza 52.360.
Dicha normativa no fue pensada para limitar la libertad de prensa barrial, sino para todo lo contrario; es decir, fue elaborada para garantizar la existencia y la sobrevida de los medios más independientes que todavía subsisten en nuestra Ciudad de Buenos Aires y que son un ejemplo para todos los medios vecinales de nuestro país.
Es por eso que no sólo adherimos a la campaña de defensa de nuestros medios barriales, sino que además, nos sumaremos a todas las acciones que persigan su fortalecimiento y protección. Del mismo modo, organizaremos todas aquellas actividades que permitan difundir su problemática y a proponer mecanismos institucionales, legales y normativos que permitan hacer todavía más fuertes a nuestros Medios Vecinales y a proteger la libertad informativa de sus propietarios y redactores.
Estos medios son la expresión más directa y genuina de nuestros barrios, son la voz de nuestros poetas barriales, de nuestros historiadores, de nuestro patrimonio viviente. Estos medios son la difusión de las pequeñas grandes cosas que nos pasan todos los días en Buenos Aires. Pero sobre todo, son la garantía de información en el estado más puro, en lenguaje más llano y sobre todo, sin dobles ni terceras intenciones.
Nuestro Instituto estará siempre al lado y del lado de nuestros Medios Vecinales de Comunicación; de los jueces valientes que permitan, respecto de ellos, soluciones legales justas y de todos los hombres y mujeres de buena voluntad que no quieren que su libertad de expresión sea pautada de acuerdo con la contribución publicitaria de ningún gobierno.
No nos gusta, nunca nos gustó y nunca va a gustarnos que se busque amonestar a los medios de comunicación racionando, elastizando o suspendiendo pagos de pautas publicitarias o de propaganda oficial.
Nunca nos tendrán del lado de semejante despropósito institucional.
Y doblamos la apuesta. Creemos que tenemos que ir más allá todavía. Tenemos que crear un sistema más integrado de Medios Vecinales, tenemos que trabajar más juntos, los comunicadores y las instituciones sociales de la Ciudad de Buenos Aires, porque nos necesitamos mutuamente y no podemos ni vamos a existir realmente los unos sin los otros.
Tenemos que trabajar por un Foro de Medios y tenemos que trabajar por un sistema porteño integrado de noticias. De esta manera, Medios e instituciones vamos a ser más fuertes y vamos a ser más respetados.
Por nuestra parte ya estamos trabajando con algunos medios, estudiando a fondo la problemática de la prensa vecinal y sobre todo, elaborando las acciones que vamos a encarar desde nuestro Instituto para contribuir al fortalecimiento, al prestigio y a la mancomunidad superadora entre organizaciones y Medios Vecinales de Comunicación.
Convocaremos todos los foros y reuniones que sean necesarios. Haremos todas las gestiones que hagan falta. Propiciaremos un Foro de Medios para conversar medidas y soluciones en las que nosotros, como Instituto, podamos ayudar a gestionar o conseguir.
Nuestro compromiso con nuestros Medios Vecinales de Comunicación es absoluta; porque nuestro compromiso con la libertad de prensa también es absoluto.
Cuando en nuestro Instituto hablamos de pensar entre todos la Ciudad de todos, no concebimos el logro de semejante objetivo sin la existencia y la colaboración de nuestros Medios Vecinales de Comunicación.
Quienes concebimos, formamos y motorizamos el IpeBA queremos una Prensa Vecinal porteña libre, fuerte e independiente; porque sólo con ese tipo de prensa puede quedar garantizada –de manera veraz y desinteresada- la información que necesitamos difundir a diario los que pensamos, los que trabajamos, y los que nos ocupamos y nos preocupamos para conseguir entre todos, con todos y para todos una Buenos Aires mejor.
Firmado: Aníbal Gotelli, Presidente del IpeBA y Consejeras y Consejeros Integrantes del Consejo Directivo del IpeBA, Instituto para Pensar Buenos Aires.