A continuación se publica la adhesión de nuestro Instituto al acto celebratorio del Día de la Diversidad Cultural y homenaje a nuestra Prócer Negra, Maria de los Remedios del Valle, realizado el 22 de mayo en el Salón San Martín de la Legislatura porteña. A este texto se refirió nuestro Presidente, Aníbal Gotelli, al momento de hacer uso de la palabra en el referido acto.
BUENAS TARDES A TODOS Y A TODAS,
En nombre del Instituto para Pensar Buenos Aires, quiero agradecer la invitación que se nos ha formulado la Directora General de Cultura de la Legislatura, la compañera Silvia Kreiman, para participar en este acto de homenaje en memoria de MARIA DE LOS REMEDIOS DEL VALLE, capitana del Ejército Libertador.
También en nombre del IpeBA, vengo a expresar públicamente la adhesión de nuestro Instituto al homenaje que se le brinda hoy a María de los Remedios.
La justicia de este homenaje, aunque no haga falta fundamentarla en razón de su evidencia, radica no solamente en la destacada actuación de María de los Remedios del Valle desde sus primeros combates en el Cuerpo de Andaluces hasta su última batalla en el Ejército Libertador, sino además, en la injusticia del profundo olvido y del inmerecido destrato de la historia oficial argentina, clásicamente cruel con los negros, con los trabajadores, con los pobres y con las mujeres.
La gesta liberadora de América se hizo con soldados, pero también con soldadas y con cuarteleras.
Nuestra historia se hizo también con mujeres. No sólo con las conocidas. Se hizo también con las anónimas. Se hizo también con las que cada día, cargando un fusil, preparando una comida caliente, remendando uniformes o bordando banderas se pusieron codo a codo con sus hombres para liberar un suelo que sentían también como propio.
En esta historia, en la historia de la liberación argentina, hubieron también hombres y mujeres negros y negras, tratados automáticamente mal, o por lo menos destratados, por la mayoría de los gobiernos que hemos tenido a lo largo de 200 años de historia. La negritud argentina es parte de la historia del país, la tierra de la liberación nacional también está regada por sangre negra, y con los negros estamos hermanados históricamente de una manera innegable.
María de los Remedios del Valle es una de esas mujeres negras que hicieron la historia argentina. La hizo con pasión, con fervor, sin medir consecuencias y sin esperar halagos o recompensas. En esa lucha lo perdió todo, pero no le importó nada, porque su norte estaba puesto en la liberad de su Patria y en la liberación de todos sus hijos, negros o blancos. Para ella no había una Patria de negros y otra de blancos. No necesitaba la libertad de vientres de la Asamblea del Trece para sentirse libre, porque no se sentía esclava.
Este homenaje que se lleva a cabo en la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y al cual nuestro Instituto para Pensar Buenos Aires ha sido invitado a adherir, es el comienzo de una justa reparación histórica por el desamor, el destrato, el maltrato, el olvido y la injusticia que sufrió nuestra María de los Remedios, nuestra Capitana.
Este homenaje, de algún modo, empieza a cumplir con los homenajes que se le vienen prometiendo y organizando a nuestra María de los Remedios desde 1827.
En aquél entonces se pidió para ella una pensión, una redacción y publicación de su biografía y un monumento para que todos pudiesen conocer y recordar los servicios que había prestado a la Patria esta mujer indispensable, única e irrepetible.
Pero parece que era demasiado mujer, demasiado pobre y demasiado negra como para poner en marcha el homenaje ordenado por la Legislatura de aquél entonces.
Hoy, con este homenaje nos sentimos felices de que comience a repararse la injusticia.
Sólo falta que se enseñe su nombre y su vida en los colegios y que nuestras Efemérides nombren a María de los Remedios del Valle y la destaquen junto a otras mujeres, que como Macacha Güemes o Juana Azurduy hicieron libre y grande a nuestro país.
Pero también falta que nuestra Ciudad de Buenos Aires la reconozca a la altura de las otras mujeres que hicieron historia, con un homenaje que se encuentre a la altura de todas las demás, porque no es menos que ninguna de las otras mujeres de la historia de nuestro país.
MUCHAS GRACIAS.